Aunque muchos no lo sepan, existe una gran variedad de bisagras para puertas, teniendo en cuenta tus necesidades y la clase de puerta donde deseas colocarla, será importante que elijas entre una u otra. Si no sabes las características de cada bisagra, a continuación te contaremos sobre cada una de ellas para que puedas elegir la adecuada.
Las bisagras son herrajes de dos piezas unidas a través de un eje que permite a la pieza girar sin romperse.
Las bisagras libro son las más habituales que solemos ver en las puertas, su apertura como su nombre lo indica, es en forma de libro. Dentro de esta clase de bisagra se encuentran las cincadas, rústicas y de latón. Colocarlas es realmente sencillo y sirven además para las puertas de los muebles.
Las bisagras de piano suelen ser muy similares a las libro, lo único que cambia es que su tamaño es un poco más grande lo que lleva a sujetarla con una mayor cantidad de tornillos. Es decir que esta bisagra es más resistente y fuerte.
Las bisagras desmontables son una muy buena opción si en algún momento necesitarás desmontarlas, ya que no llevan tornillos y están unidas con un pasador.
Las bisagras de pernio son unas de las más utilizadas, pero su instalación no es para cualquiera, los cerrajeros . Si no tienes experiencia en colocarlas es posible que pases bastante tiempo intentando cuadrarlas. Esta opción se recomienda solo si será colocada por un profesional de la cerrajeria.
Las bisagras ocultas o invisibles son una excelente opción para unir tableros y lograr que estos se abran con forma de libro.
Las bisagras de doble acción son para el sistema de puertas de doble apertura, por ejemplo las de las cocinas de los restaurantes. En estos casos permite que la puerta se abra hacia un lado y hacia el otro y la puerta vuelve siempre a su posición. Estas puertas permiten que la persona pueda entrar y salir con facilidad, en este caso el camarero.
Las bisagras de cazoleta suelen estar en los muebles de cocina, se destacan por su practicidad y una vez cerrado el mueble éstas no se ven. Su ángulo de apertura es muy amplio y regulable, cuando llegan a cierto ángulo se cierran solas.
En cuanto a su instalación, no resulta demasiado sencilla. Ambas partes deben quedar bien encajadas para que funcione correctamente. Pero con paciencia cualquier persona puede ser capaz de instalarlas.
Existen además las bisagras para vidrio que se encargan de sujetar al cristal de la manera adecuada. Son muy seguras y la unión es mediante tornillos.
El mercado ofrece varios modelos de cada una de estas bisagras, con distintos tamaños, materiales y grosores.
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